La gestión cultural... una materia pendiente
Reflexionando sobre el tema, me pregunto: ¿qué es la gestión cultural?
La gestión cultural es la labor profesional de quienes ponen en contacto a la cultura con la sociedad y no lo hacen como críticos o como educadores, sino a través de una programación cultural y proyectos culturales.
Se puede realizar fomentando la participación en actividades culturales, gestionando proyectos que nacen de la iniciativa ciudadana, ayudando a desarrollar las posibilidades culturales de un grupo determinado, etc.
La gestión cultural implica usar todos los elementos habituales de gestión, pero comprendiendo la especificidad del mundo cultural y las implicaciones que tiene la cultura para la sociedad.
El Director o Jefe o Ministro de cultura está en un lugar determinado, en un país, en una institución, en una comunidad, etc. Su trabajo contribuye a hacer siempre presente una determinada parte de la cultura en ese lugar específico.
Cultura significa “valores”, “actitudes”, “visión del mundo”, o sea, contribuye a hacer presente esos valores, esa visión del mundo, que van marcando la mentalidad en ese lugar, en ese momento histórico. Por otro lado, puede contribuir a crear una “sociedad cultural”, una sociedad que aprecie la cultura, que aprecie el patrimonio, que se dé cuenta de que vivir la cultura es una parte importante de la calidad de vida.
La labor del responsable cultural es trabajar, dialogar, convencer, convocar, recoger iniciativas y darles forma, involucrar a las personas en los proyectos, tener una visión y saber que hay una misión que se corresponde con esa visión. No perder nunca la fuerza, la perseverancia, la fe en que su trabajo es importante para la sociedad, lo reconozca ésta en un momento dado o no.
Es indispensable la intervención del Estado, la Provincia, el Municipio o las instituciones responsables de esa gestión, para que cualquier proyecto cultural tenga éxito. Si se entiende que cultura es un bien público, el papel del Estado debe ser bastante activo, si se entiende que cultura, básicamente, es la expresión de la libertad de los individuos, su papel será otro. En cualquier caso, el Estado, debe instaurar un marco que permita y favorezca el desarrollo de la vida cultural.
Un error que se comete con frecuencia en nuestras comunidades es creer que el estado o el poder ejecutivo es el "dueño" de la cultura de la sociedad. Es un error que, creo, estamos pagando hace ya mucho tiempo, debido a que un presidente, un ministro, un gobernador o un intendente, no siempre son garantía de una buena labor cultural, se necesita gente idónea y que conozca del tema. En muchos casos esto no sucede, pero igual se toman medidas equivocadas no permitiendo la participación y el crecimiento cultural de la comunidad.
La descentralización, si se cuenta con políticos responsables y bien preparados y con gestores culturales serios y profesionales, siempre ha favorecido a la cultura.
En fin, es mi opinión...
Hasta la próxima
José Tanús
